El pasado martes hicieron en TVE un programa donde sometieron al Sr. José Luis Rodríguez Zapatero a las preguntas de 100 ciudadanos, donde estos mostraban sus inquietudes y preocupaciones.
A una pregunta de un ciudadano fue el detonante de muchas discusiones, bromas o comentarios sarcásticos de la mayoría de este país desde entonces, ¿Señor Presidente sabe cuánto vale un café?. En buen día el Sr. Zapatero dijo que el café vale 80 céntimos, se le está criminalizando por este hecho, pasando por alto el resto de las más de dos horas de programa, donde los ciudadanos hicieron preguntas al Presidente del Gobierno, algunas acertadas y otras no, donde también hay que decir al Presidente, que en la mayoría de ellas salió por piernas, respondiendo lo que le venía en mente.
La ironía de todo esto es que quizás el Sr. Zapatero no dijo ninguna animalada, ya que si nosotros decimos el precio que nos cuesta un café en la máquina de la empresa, en la cafetería de la universidad o en el bar del Parlamento Español, que es donde quizás se lo toma el Sr . Zapatero, seguramente muchos diríamos esta cantidad o menos, pero claro, si damos como valor bueno lo que cuesta en la Gran Vía de Madrid o en el Paseo de Gracia de Barcelona no tendríamos casi ni para el azúcar. Si no recuerdo mal el último café que me tomé en la Plaza Cataluña de Barcelona costó casi 2 euros, locura de precio si tenemos en cuenta de que esta hecho un café. Quizá algún día hable del abuso de los precios en algunos lugares, pero eso no toca hoy, como diría Jordi Pujol.
De toda esta polémica sólo saco una cosa clara, es que el Sr. Rajoy pasará por el mismo programa en dos semanas, y como quien avisa no es traidor, no sólo sabrá el precio del café en la calle, sino el precio del menú de un trabajador en un Polígono industrial, el viaje en tren de cercanías y cualquier tontería, que como dirían los analistas, acerquen a los políticos a la realidad.