Me he quedado frío al leer la siguiente información aparecida en un diario hoy, «Una pareja de 16 años pone en venta a su bebé a través de Internet». Que la venta de personas es común en algunos países es evidente, aunque la gente no se lo quiera creer, pero que se haga de forma tan clara y evidente sin el menor tipo de pudor, me parece ya un poco salido de tono.
La noticia es clara:
Joven pareja chilena de 16 años ha puesto en venta por Internet a su bebé, que aún está gestando la madre, por 98.000 dólares, unos siete millones de pesos chilenos, con el fin de «darle una mejor vida». A través de un anuncio en el que se podía leer, «vendo bebé recién nacida» la persona interesada podía acceder al correo electrónico y al teléfono de los jóvenes para negociar la venta del bebé.
«Queríamos que tuviese una mejor vida», esa son las palabras de los jóvenes para argumentar su venta pública, y digo yo no sería mejor dejar al bebé en manos de alguna asociación o grupo especializado en ello, y no sacar un beneficio económico de dicha gestación.