Desde ayer al mediodía se puede decir que el verano, entendido como una de las 4 estaciones que tiene el año, ha llegado al hemisferio norte. Habría que decir que las temperaturas veraniegas, salvo algún día de junio, ya hace tiempo que han llegado a nuestras vidas.
También es una época donde la mayoría de españoles aprovechamos para realizar nuestras vacaciones, e intentamos ir a esos lugares cálidos y exóticos, que nos quiten de la monotonía y del caos que vivimos el resto del año.
Hay muchos sitios donde me gustaría estar, Crucero por el Mediterráneo, Japón, Holanda, Sudáfrica (y no precisamente para ver la Copa Confederaciones) y algún que otro sitio que me viene a la cabeza, aunque últimamente no sé porque, estoy de un vago subido, por lo que ahora mismo me decantaría por una semana en Punta Cana, o en su defecto, la Riviera Maya.
Os imagináis 7 días seguidos en una playa con la pulsera de todo incluido, sin hacer nada más que dejar pasar las horas, bebiendo mojitos, bañándome en esas aguas cristalinas tal como vinimos al mundo, y pasando totalmente de las excursiones que nos intentan apuntar los acompañantes que no saben disfrutar de la calma, eso si que sería vida. El que me conoce sabe que no soy gran amigo de ir con un petardo en el culo cada vez que salgo de vacaciones, por lo que si me voy a una playa no haría la excepción, y si digo que me estoy 7 días tirado encima de una toalla, me los tiró, que a veces soy muy cabezota con mis ideas. Bueno vale, alguna visita para ver alguna cosa, y tomar fotos lo aceptó, pero sólo un día!.
Aunque si hay algún lector que me abre los ojos con una nueva idea, la estudiaré, no hay que cerrarse totalmente a vuestras opiniones. Mientras tanto disfrutaré de las playas de Tarragona, que todo hay que decirlo, no están tan mal!.