Debido a la crisis, o vete a saber porque razón, este año he notado menos espectáculos, y aunque si tengo de decir, que todos, o casi todos, han sido gratuitos. Eso siempre es de agradecer para la cartera de muchos ciudadanos, ya que estos tiempos no están para muchas alegrías económicas.
Esta semana han sido las fiestas de la patrona de Tarragona, Santa Tecla, si quizás el nombre no sea de lo más bonito, pero es el que tenemos. Hay que ver la parte positiva como siempre, a parte de ser la patrona de mi ciudad, es también de los informáticos, originalidad ante todo. Yo ya estoy acostumbrado a no poder disfrutarlas mucho, desde que me adentre en el mundo laboral, mis trabajos siempre han sido fuera de la ciudad, por lo que no siempre puedo gozar de los eventos programados durante los siete días que duran los festejos.
Empezaron las fiestas con el concierto de M Clan (15 de septiembre), y la consiguiente lluvia que siempre hace presencia en las fiestas. Esto hizo que el concierto se cambiará de lugar. Así que a parte de ir justo de tiempo para verlos, y el hecho de no saber que habían trasladado el concierto a la otra punta de la ciudad, hizo que llegará con media hora de retraso al concierto. Pero eso no es todo, ya que encima habían cerrado las puertas del recinto, si señores y señoras, a un concierto gratuito habían cerrado la valla para acceder. Según la seguridad estaba lleno, mentira, y encima de las grandes, porque después de media hora de espera, pude entrar y observar con mis ojos que allí podría entrar mucha más gente de la que decían. Es uno de mis grupos preferidos por lo que no podía irme de allí al menos sin escuchar alguna canción, cosa que hice al final. No pude disfrutar de la primera hora de concierto, pero si de la segunda, y hoy en día en Tarragona, donde los buenos conciertos escasean, se agradece escuchar aunque sea unas pocas canciones de grandes grupos.
Al viernes siguiente (18 de septiembre) hacían un concierto del grupo de Constantí, Els Pets, y en este volvía a perderme la primera hora del concierto. Los grandes promotores del concierto decidieron llamarlo, ‘Els Pets en familia’, y con ese nombre se les ocurrió la gran idea de que los conciertos familiares se hacen un viernes a las 19h de la tarde, manda huevos como diría aquel. Yo estaba en un curso de Mac, por lo que llegue tarde, pero pude también disfrutar de un poco del concierto, y ver como la plaza estaba llena. Imaginaros si lo llegan a hacer a una hora más habitual, me veo subido a una farola para al menos poder ver la calva del Lluis Gavaldá. Con las melenas que me llevaba este hombre a principios de los 90, y que entradas se le están poniendo, pero mejor me callo, que yo voy por el mismo camino. Estos fueron los dos grandes conciertos que asistí yo, había alguno más pero no eran de mi devoción, por lo no asistí a ninguno más. Bueno a los típicos conciertillos que habían en pequeñas plazas ambientando las calles, obviamente vi alguno más, pero sinceramente nada a destacar.
Como siempre, la fiesta gorda se reune entre la vigilia y el día de Santa Tecla (23 de septiembre), y como ya comenté al inicio, poco pude asistir a los eventos programados, ya que ese día trabajaba, así que deberéis ir a otro blog para que os cuenten más sobre lo que hicieron esos días. A mi la tarde me la dieron fiesta, pero para colmo de los colmos, a las 18h de la tarde, cuando estaba a punto de irme para ver que hacían, me llama mi jefe. Había surgido un problema con una documentación, así que me tuve que coger el coche, e irme rápido al trabajo. Al final resulto ser una tontería, pero una tontería que me hizo perder casi una hora. De vuelta pude ir a ver el Seguicio de la Patrona, bueno más concretamente el brazo de la Santa, ya que la rúa se organiza alrededor de esa parte del cuerpo.
Al día siguiente hubo más festejos, la tradicional subida y bajada de pilares por las escaleras de la catedral, pero allí ya no pude escaparme, ya que lo hacen al mediodía, y el trabajo, como siempre, me lo impidió. Otro año me pido fiesta toda la semana, a ver si por fin puedo disfrutar de Santa Tecla, como un ciudadano más de Tarragona.