Subirte a la cubierta de una Catedral y poder ver la ciudad desde ella es una de las experiencias más bonitas que hay, incluso para la gente con vértigo como yo. En esta ocasión después de pasear por la cubierta de la Catedral de Tarragona, me giré e hice esta fotografía donde se divisa la silueta del campanario.
Siempre es una gozada subir a la cubierta y poder pasear por el techo de la ciudad, un placer.
El rosetón de la Catedral de Tarragona tiene once metros de diámetro exterior y doce rayos con siete molduras circulares de un grueso de 1,3 metros. Los doce rayos representan las doce tribus de Israel o los doce apóstoles.