Cuando se acaba de lanzar la séptima temporada de “The walking dead”, yo he acabado la sexta. Una temporada que empezó con grandes pretensiones y que bajo mi punto de vista, salvo varios episodios, es bastante llana.
En esta serie he notado dos cosas que me gustaría destacar:
– Lo primero de todo, es que en esta tanda de episodios caen los protagonistas como moscas, lo que habían tardado en las anteriores temporadas, ahora los guionistas parece que vayan con menos miramientos a la hora de cargarse a alguien.
– Los nuevos enemigos me parecen un gran puf en general. Se esperaba mucho de la terminal, y apenas dura 3 episodios esa trama, enlazando de nuevas, que como la anterior duran muy poquito.
Una temporada bastante irregular que por suerte nos depara un último episodio que te vuelve a subir la adrenalina como un loco.
Se espera mucho de la nueva temporada, esperamos que el nuevo protagonista introducido al final nos traiga nuevas tramas y emociones a la serie, que bajo mi punto de vista, se habían perdido últimamente.